Un manifiesto

Con todo lo que hemos comentado en la entrada anterior, ¿cómo reaccionan los alumnos de Andrés?
Leamos su manifiesto:

“Los demócratas de esta Nación, comprometidos con la libertad y la prosperidad de toda la población, atendien­do a la realidad que vivimos, declaramos que, el programa político para adquirir una auténtica sociedad de bienestar, entre otras cosas, debe tener en cuenta que los ciudadanos han de gozar de un profundo sentimiento de felicidad que no coincide con un nivel económico más o menos boyan­te, sino más bien con la satisfacción de poder disfrutar de una armonía vital por tener sus necesidades básicas cubiertas

Por tanto, pedimos a nuestros dirigentes políticos:

– Que las instituciones políticas, democráticamente ele­gidas, sean dignas del poder que se les encomendó, gober­nando para el bien del pueblo y no para su propio beneficio.

– Que trabajen para ofrecernos unas coyunturas políti­cas y sociales sólidas y libres, apostando por la justicia para velar por los derechos de cada individuo.

– Reclamamos el derecho de toda persona a tener un ni­vel de bienestar mínimo de acuerdo con su dignidad hu­mana

– Que se establezca límites al poder político sobre la vida del patrimonio de las personas, velando por el respeto a la libertad ciudadana en su derecho a la vida, a la intimidad, a la educa­ción de sus hijos conforme a sus valores, a no ser denigrado por sus convicciones religiosas, a su libertad de conciencia, a requerir un límite justo en el pago de los impuestos…

– Que se procure para todos los ciudadanos la participa­ción en un mercado laboral que ofrezca un trabajo digno y estable, según las capacidades de cada individuo y adapta­do a las necesidades de la población.

– Que dispongamos de un sistema que garantice la pro­tección social atendiendo a las necesidades de desempleo, baja laborales por accidentes, enfermedad, maternidad y paternidad, así como la edad de jubilación.

– Un sistema que promueva la igualdad, la solidaridad, los derechos sociales, una atención sanitaria digna y una educación para todos.

– Puesto que todos pagamos impuestos, pedimos que se revise, con justicia retributiva, los sueldos de los políticos y el quehacer de los sindicatos para que su obrar sea un servir a los ciudadanos y no una ocasión para su propio lucro.

– Reclamamos igualmente que se garantice un poder ju­dicial que no sea partidista, que ejerza el derecho para to­dos los ciudadanos por igual, libre de presiones políticas y coacciones económicas.

– Solicitamos que se pida cuenta de los gastos de las ad­ministraciones públicas a fin de evitar que los programas sociales se desvíen hacia beneficiados particulares.

– Requerimos así mismo una auténtica garantía de la sostenibilidad ecológica.

Y con el convencimiento de que nuestro gobierno traba­ja por el desarrollo pleno de todas las personas que habitan en el país, estamos dispuestos a colaborar con correspon­sabilidad y solidaridad para alcanzar el bienestar colectivo, pero también exigimos a nuestros representantes políticos que establezcan y hagan realidad este manifiesto por medio de las instituciones públicas democráticamente constitui­das para el bien común.

Es precisamente con esos jóvenes con los que hemos de trabajar, con quienes serán los líderes de un futuro no muy lejano, ayudándoles a formarse con criterios democráticos y trabajando en la búsqueda de la excelencia en la gestión política porque necesitaremos de otra clase política bien distinta a la actual.


Comentarios

Una respuesta a “Un manifiesto”

  1. Excelente mi amiga querida. Una gran verdad, en la educación está el futuro. Los jóvenes de hoy serán los políticos del mañana. Yo soy pedagogo y no estoy trabajando ahora. Estuve trabajando en Italia, aquí se me hace difícil conseguir trabajo, pero no pierdo las esperanzas de trabajar en mi campo. La enseñanza es lo mío. Un placer leerte y así mantenerme informado. Omar

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